sábado, enero 31, 2009

Camino a Itaca


Vete tú a saber cuántas veces nos cruzaríamos sin reconocernos por los pasillos de la vieja Escuela de Ingenieros, las calles sin salida de Cimadevilla o apoyados en la barra de El escondite, a golpes de tequila y pidiendo a la camarera que los litros de alcohol volvieran a correr por nuestras venas. Pero a pesar de todo fue Sibelius quién nos presentó. Y Springsteen quién nos separó. Había recogido el cartelito mostrándolo al personal y comenzaron los primeros acordes, pero ya sabes, the road is dark and it's a thin line... yo la crucé, no una, sino dos veces, obviamente hacia el lado equivocado. Puede que ahora me arrepienta de ello. Seguiré buscando, creo que me lo merezco.



De agradecimientos y premios


Sin esperarlo, sin tener demasiado claro el por qué y sin creer merecerlo me han dado no una, sino dos veces, un blogpremio. Con gran generosidad tanto Nebroa como Rose han considerado que soy merecedora de un premio Dardo, que no sé muy bien en qué consiste, aunque según leo en el blog de Rose trata de premiar los valores que cada blogger muestra en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personales, etc… algo que siendo sincera me desconcierta un poco porque por más que leo y releo mis entradas yo sólo veo que hablo de mí misma, el único tema que domino y tan sólo a ratos.

Parece ser que esto de los premios tiene sus normas. Hay que premiar a cinco personas, enlazarlas, comunicarles que han sido merecedoras de él y exponer los motivos. Siempre he pensado en todo caso que ciertas normas hay que saltárselas así que espero que nadie me recrimine si no sigo todos los pasos y me olvido del protocolo a seguir.

Por supuesto que quiero reiterar mi agradecimiento, lo inmerecido del premio y lo mucho que me han gustado y emocionado las palabras de Nebroa y de Rose. Seré una sentimental, que lo soy, pero estas cosas me llegan y me han dado de pleno en mi atrofiado corazón.

Parto de la idea de que los premios no se pueden devolver, es decir, otorgar a la misma persona que te lo ha concedido a ti, pero como he dicho antes las normas están para saltárselas y los dos primeros dardos, enviados sin excesiva puntería pero desde el respeto y el cariño más profundos van dirigidos a ellos.

Se me hace difícil explicar el por qué una persona, a la que ni siquiera conoces, se convierte en parte de tu irrenunciable rutina diaria. Cuando leo a Nebroa, me leo a mí misma. Será que compartimos edad y devociones musicales. Ella es la cara A del disco en el que yo soy la B, porque dice lo que yo trato de decir, pero lo hace desde la espontaneidad, desde el optimismo que siempre me dibuja una sonrisa y que nunca debe perder.

Rose en cambio me da lecciones a sus veinte años (de ser ciertos los datos que expone en su perfil) y eso hace mucho tiempo que nadie lo consigue.

Siempre está al otro lado, aunque pase de puntillas... a veces si hay alguien al otro lado del espejo.

En cuarto lugar. Ser de la cuenca y tener dieciseis años debe ser extremadamente complicado aunque leyéndo a Devochka Llorona resulte difícil creerlo, ho.

Me queda uno, espero me permitan lo deje para mañana. Es sábado y he tenido una semana bastante complicada y no tengo ganas de tener que tomar una decisión más y tener que elegir.

P.D. Oscar, a ti no te lo doy, pese a lo mucho que me has querido y lo poco que me quieres ahora.


With every wish



Supongo que yo simplemente pretendía hacer un trato contigo. Unir dos diferencias para hacer un igual cambiando la soledad que nos invadía, el cansancio y los puños cerrados por la vigila de un crepúsculo.

Prometí darte las oportunas explicaciones, esas que no pides, supongo que consideras no es de caballeros y si en algo te tienes estima es en ser (y parecer) un perfecto gentleman. Ignoro si sigues esperando. No lo hagas, es probable que nunca lleguen.



miércoles, enero 28, 2009

Mentiras aparentes


Lo confieso. Hoy he mentido. He mentido en algo tan pueril y absurdo como mi edad. No fue premeditada la mentira, ni con alevosía ni a traición. Simplemente mentí, conscientemente, y a la pregunta de cuántos años tenía me quité tres ante la atónita mirada de la amiga que me acompañaba. Mirada que obviamente ignoré y con la mejor de mis sonrisas me planté alegremente en los treinta que ya nunca más volveré a cumplir.

Al rato y ya a solas mi amiga me asaltó con "pero tía, joder, ¿por qué has dicho que tienes treinta años?". Podría haberle respondido con la ignorancia más absoluta, realmente no sé por qué lo hice, a quién c* de los que estaban ahí dentro le importa realmente la edad que tengo, como si fueran cuarenta... pero lo único que le dije es que a mí me hablara con educación, que sobraba el "joder" y qué era eso de llamarme "tía". Sí, lo sé, no estaba precisamente en ese momento dotada de superioridad moral para recriminarle a alguien el uso de semejante expresión cuando yo acababa de mentir y quitarme años, pero suponía que ella me entendería. Roza los 36, aunque a ciencia cierta nunca he sabido su edad pero si alguien le pregunta somos de la misma edad. Tiene 33 desde que cumplió los 35, tenía 30 cuando tenía 33 y 28 cuando cumplió los 30. Es una mujer muy guapa, inteligente, divertida, siempre me ha resultado incomprensible su afán por quitarse unos años que en realidad ni siquiera aparenta, aunque precisamente eso sea el motivo por el que lo hace (eso y ligarse a los jovencitos con los que anda acompañada a todas horas, como si a ellos les importase su edad). Y ahora lo que me resulta incomprensible es por qué lo acabo de hacer yo.


De dudas (y soledad)


He volvido, que diría mi reoién estrenado amigo Y*, a mi mundo chiquito y envuelta en plena vorágine de mudanza laboral. Media España y parte del mundo supuestamente civilizado temiendo por su trabajo y yo haciendo cruces y jugándome a cara o cruz mi elección y nuevo destino. El mundo es injusto, chaval, ya lo cantaba Sabina.

P.D. Ya ha salido a la venta Working on a dream. Ya me lo he agenciado. Bruce anuncia cinco conciertos este verano en España. Valladolid, Santiago, Bilbao, Sevilla y Benidorm (no en este orden). Ya sufro de taquicardias pensando en el Ticktackticket y teniendo que planificar unas vacaciones sin saber todavía dónde y cómo voy a trabajar. Se admiten apuestas, ¿habrá colapso, entradas agotadas, lleno total? ¿Cuál será el sitio más pequeño? ¿Dónde habrá menos gente? ¿Grada o jugarme el tipo en el pit? En fin, me voy a seguir tirando la moneda al aire...


viernes, enero 23, 2009

Pongamos que hablo de Madrid


Lo bueno de ser tan voluble es que se acaba siendo impredecible. Les deseo un buen fin de semana, yo me voy a malgastarlo, en Madrid, obviamente.

jueves, enero 22, 2009

This land is your land


Cuando pienso tierra escribo azul,

cielos navegables, torres de piedra

qu'apuntan hacia'l norte.

Suaños verdes d'alcacer, pan

abrasándose nas eras.


Cuando digo presente veo bocas

coronadas d'espinas,

homes que persiguen paraísos de plesiglás,

corazones que bombian millones por minutu,

miedu. Miedu que berra en bidones d'aceite.

Días ensarriaos, nueites blancas,

ya un didu que borra la hestoria de los l.l.ibros.


El pasáu ya un cristal qu'escacha

nos güeyos d'una nena de tres anos

perdida

nel sagráu camín d'Idarga.


Taresa Lorences


My way


Supongo que merecerás muchas respuestas, sí, todas esas a las que no me he tomado la molestia de tener en cuenta... por cierto, no soy Cáncer, igual que no soy la brown eyed girl que tú imaginas, puede que ni siquiera sea una chica, al fin y al cabo no me conoces, sólo me intuyes. Has leído esto, lo que aquí escribo y tal vez supongas, pero puede que todo sea mentira, que Daeddalus no exista, que no haya reflejo al otro lado del espejo.


De un pasado perdido


Parada delante de un escaparate de la Theatinerstr. admirando ropa que no podría pagarme y que de poder hacerlo probablemente nunca me (compraría) pondría (sería distinto si hablásemos de zapatos o bolsos, probablemente me los compraría aunque no pudiera pagármelos). Al girar y retomar mi camino en busca del siquiente tropiezo con un hombre agachado atándose un zapato o al menos eso deduzco por sus gestos.

No le reconozco en un principio mientras murmuro una disculpa que acaba siendo recíproca pero percibo cierto brillo en sus ojos, inusual en la mirada de un desconocido. De pronto me veo envuelta en un abrazo, una mano tendida con saludos ininteligibles y es Georg S., sin barba, con unos cuantos años de más (al igual que yo), pero que a él parecen pesarle más, la diferencia de edad cuenta, imagino.

Hace una cerveza y mientras apenas yo apuro mi Radler él ya se ha ventilado cuatro Weizen. Recuerdo que cuando le conocí, yo era aún adolescente, me fascinaba la capacidad que tenía para beberse una cerveza tras otra y seguir manteniéndose en pie y con una conversación coherente (algo tan propiamente bávaro y lo sé, un absurdo tan grande como decir que los asturianos somos consumidores natos de sidra, cuando por ejemplo a mí no me gusta). Pronto comprendí que aquello no era precisamente una virtud digna de ser emulada, pero ésa es otra historia. Y además no es de él de quién quiero hablar.

miércoles, enero 21, 2009

Punto... y final.


Sólo soy las cosas que nunca te dije, por mucho que tú te empeñes en (creer) ver a otra persona. La realidad, cariño, ha caído esta vez de mi lado.

martes, enero 20, 2009

La distancia adecuada


Iba a ir a Madrid este fin de semana. Nada me gusta más que un fin de semana madrileño empapándome de asfalto y con alojamiento gratis. Exposición, teatro, calle Serrano arriba y abajo, parada obligatoria en Loewe, algún concierto, muchas cervezas y la noche que allí tiene caras distintas. Con mi plan anticrisis orientado a convertirme en futura hipotecada me saqué el billete en el Alsa, y ahora acabo de anularlo, se quedan con un 10%. Soy redomadamente imbécil, además pierdo dinero... pero no sería buena compañía, ni siquiera para mí misma. También he dado por perdido el plan de febrero, he sido nominada como madrina, pero lo seré en la distancia, a 2.000 km. Ahora sólo quiero meterme en la cama, dormir, que no suceda lo de ayer y que mañana suene el teléfono y al otro lado esté el anuncio de que si bien no todo, algo si va a cambiar.

Y la distancia adecuada, como canta la Rosenvinge, es en este caso la que me separa de ti. Ahora sólo me queda ser capaz de recorrerla una vez he conseguido interponerla, aunque para ello mi presente se reduzca a la renuncia, el precio, supongo, que siempre toca pagar.


Claudicando



Presumo de tener la conciencia (muy) tranquila y consecuencia de ello son mis irrenunciables nueve horas diarias de sueño pese a escasas (y muy buenas) motivaciones que de cuando en cuando me lo impiden. No fue el caso de la noche pasada.


Esta mañana las ojeras me llegaban a los talones. Anoche perdí la cuenta de las vueltas que di en la cama, de las veces que me levanté, encendí la tele, apagué la radio, apilé los libros pendientes en la mesilla de noche, saqué lustre a los zapatos... no soy experta en insomnios y ni siquiera comenzar a releer a Proust por enésima vez sirvió de antídoto. Pese a todo llegué tarde al trabajo, sin desayunar, sin maquillar, con tacones.


Tras los buenos días, las inevitables alusiones al frío y a la previsible nieve viene el tópico: "Tienes mala cara, ¿te encuentras bien?". Y sí, sé que ni siquiera es educación o cortesía, sino pura inercia, que ni le interesa ni va a escuchar mi respuesta y que lo aceptable es contestar con evasivas y un he dormido mal, pero todo bien. Pero no puedo evitarlo y contesto que no, que no me encuentro bien, y no, no tengo gripe ni me duele la cabeza, ni siquiera tengo la regla, simplemente no estoy bien.


Vamos a tomar un café, y sí, ya sé que no te gusta el café... pero eso es lo de menos... Hay días en los que pese a todo la vida te sorprende.


lunes, enero 19, 2009

Al margen


Escribió aquellos versos, un acróstico, que le enseñó a Zoe Valdés en busca de aprobación (la escritora cubana, La nada cotidiana o Lobas de mar). Dos apellidos gemelos, una boina granate de Burdeos, un balcón con vistas a la ría, la humedad calando hasta los huesos, el talento, el suyo... mi presencia, escasa.

En un rincón buscando la sombra, resguardándose de la lluvia en un portal o doblando una esquina. En perenne movimiento para poder quedarse quieta. Besando sin ser besada, boca que busca boca tendiendo puentes que nunca habrán de cruzarse.

Sonrisas desdibujadas, muecas impacientes, abrazos agradecidos, regalos que esperan un destinatario llegados desde Estocolmo.

Y hoy he vuelto a usar tacones...

domingo, enero 18, 2009

Vencida

Los rechazos duelen, eso lo sabemos todos. Por experiencia propia, las más de las veces. Un orgullo herido pesa más que un par de zapatos a estrenar.

Pero... ¿puede doler el rechazo de alguien que ni siquiera te interesa?. El sentido común diría que no, pero ya sabemos que es el menos común de los sentidos pese a su nombre.

No tenía interés, ni pretensiones de acercamiento de ningún tipo. A día de hoy sólo lo tengo (levemente) hacia otro (y sólo porque es guapo). Y entonces, ¿qué me pasa?, ¿por qué me molestó tanto que dijera lo que dijo rematándolo con el infalible "podemos ser amigos"?

¿Qué señales envié? ¿Qué dijeron mis gestos o mi risa? ¿Fui demasiado cariñosa? Ni siquiera llevaba dos copas de más... Él no se siente atraído por mí aunque tal vez sea cuestión de tiempo... ¿Pero qué me está contando ese romano? ¿Acaso he preguntado, insinuado, establecido?

No entiendo a algunos hombres y no me entiendo especialmente a mí... Y no, no quiero creer que soy una imadura alérgica al rechazo que pretende ser siempre la reina del baile aunque no la hayan invitado, aunque en este caso era él el no invitado.


sábado, enero 17, 2009

De adicciones sin remedio

Necesitaría como poco otra vida para poder ponerme al día con toda la televisión (series) atrasada y pendiente.


A dos metros bajo tierra. Anatomía de Grey. Big love. Boston legal. Bones. C.S.I. (Las Vegas). Californication. Cahsmere mafia. Caso abierto. Cinco hermanos. Criando malvas. Daños y perjuicios. Deadwood. Desaparecida. Dexter. Dirty sexy money. El abogado. El ala oeste de la Casa Blanca. El grupo. El mentalista. Eli Stone. En terapia. Everwood. Felicity. Gossip girl. Guante blanco. Hermanos y detectives. House. John Adams. La Juez Amy. Las chicas Gilmore. Las hermanas McLeod. Lex. Los Soprano. Los Tudor. Mad men. Men in trees. Monk. Mujeres de Manhattan. Mujeres desesperadas. Nip/Tuck. Perdidos. Queer as folk. Rockefeller Plaza. Roma. Salvando a Grace. Samantha, who?. Seis grados. Sexo en Nueva York. Shark. Sin cita previa. Sisters. The closer. The L word. The nine. The Office. The Shield: al margen de la ley. The Wire: Bajo escucha. True blood. Ugly Betty. Urgencias. V. Vientos de agua. Weeds. Will & Grace.



P.D. Escuchando a Lila Downs, Ojo de culebra... Shake me away, baby.

viernes, enero 16, 2009

Certezas


Lo sé... arderé en el infierno.


jueves, enero 15, 2009

Pasadizos de sombras

Nunca me creí capaz de romperle el corazón a nadie. Pese a que lo hice, no una, sino varias. Sin anestesia ni arrepentimientos. C'est la vie, que diría aquél. Siempre fui más rápida y el que golpea primero lo hace dos veces.

No he pedido perdón, no he rectificado ni enviado flores o palmadas rindiéndome ante las evidencias. No, nunca, al menos nunca hasta ahora. No antes de ti.

Ahora me siento perdida y podría decir la cursilada de que tu dolor es el mío. Pero no, debo asumir el papel de mala de ésta, nuestra película, sobre la que ya han caído los títulos de crédito. Siempre tuviste razón cuando decías que mis pretensiones de emular a Audrey Herpburn eran en vano, que a mí me iban más las pelis de cine negro con mujeres fatal, Lauren Bacall siempre como referencia aunque nunca haya aprendido a silbar.


miércoles, enero 14, 2009

The last carnival



"Hanging from the trapeze
My wrists waiting for your wrists
Two daredevils high upon the wall of death
He throws the knife, it lands inches from my head"


Siempre lo he clasificado como potencial y no probable, y ahora que creo que me he convertido de nuevo en mujer blanca soltera busca, especialmente.

Es de esos tipos que no pueden resultar indiferentes. Basta ver la cara de sus alumnas de 1º de bachiller cada vez que lo nombran entre sonrojos y risas tontas a las que él responde con media sonrisa y gesto condescendiente encantado de conocerse. Perfecto ejemplo del efecto tarima, del que yo, como tantas, fui víctima tiempo hace.

Esta mañana era una de esas en las que le hubiera pedido al mundo que siguiera girando pero antes se parase y me dejara bajar. Debí pedirlo con muy poca convicción porque a las ocho estaba puntualmente en mi trabajo como todos los días enfrentándome al cinismo de mi jefe que por momentos alcanza cotas insospechadas cuando aparece él con sus buenos días y los comentarios de rigor acerca del frío y la helada. Como el hablar de nada o lo que es lo mismo del tiempo, es un arte que se me escapa, delego en La otra y murmuro buenos días mientras me deshago del abrigo y los guantes y desenrrollo la bufanda y ordeno los papeles y contesto al teléfono que ya ha comenzado a sonar y mientras me llega una voz al otro lado a la que no presto atención me doy cuenta de lo guapo que está esta mañana y que se ha cortado el pelo aunque lo siga teniendo más largo que yo y haya quien sentado y por la espalda lo haya confundido con una chica.

Y cuelgo el teléfono mientras garabateo en un papel la hora y lugar de una reunión para mi jefe y levanto la vista, él sigue ahí, y le miro, y él me mira y me invita a hablar, y yo que siempre digo lo que pienso sin pensar lo que digo digo que está muy guapo esta mañana y que se ha cortado el pelo.

El Jefe ha vuelto



Me había prometido a mí misma hacerlo bien esta vez. Había jurado esperar al día 27. Salir de trabajar y dirigirme rauda y veloz al Fnac, comprarme el disco, llegar a casa, pelearme con el celofán, mirar y remirar el libreto, los créditos, las letras, las fotos, los agradecimientos... apagar las luces, un gin-tonic y escuchar y paladear cada una de las canciones hasta que se hiciera de noche. Pero fue verle tan, tan guapo en la entrega de los Globos de oro que mis buenos propósitos se quedaron a la altura del vestido de Heidi Klum y he acabado por bajármelo, aunque el día 27 y pese a todo seré fiel a ese ritual.




Bien sé que los talibanes sprinstingnianos dirán que está acabado desde The river, algunos salvarán Nebraska (siempre hay una razón para creer) y dirán que sólo es otra vuelta de tuerca más a su deriva musical. Pero me gusta este disco, mucho, mucho, entero, todito él... y quién me iba a decir que me iba a gustar "Queen of the supermarket" si la primera vez que oí ese título pensé que se trataba de una broma. Nos veremos on the road...


P.D. 1 Lo de arriba es "The wrestler", de la banda sonora de la película del mismo título. Pequeña gran joya por la que ganó el Globo de oro y sin duda ganará el Oscar. La vuelta de Mickey Rourke al cine.

P.D. 2 Escuchando "Tomorrow never knows"... el mismísimo Johnny Cash revivido. Lástima que se haga corta.

domingo, enero 11, 2009

No digas que no


Me gustan los test, mejor cuanto más absurdos, es una buena pérdida de tiempo. Aquí va uno que me encontré por ahí y me hizo especialmente gracia, contestas a las preguntas con títulos de canciones.


1. ¿Eres hombre o mujer?: Just like a woman (B. Dylan)

2. Descríbete:
Brown eyed girl (Van Morrison)

3. ¿Que dicen las personas de ti?:

4. ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?:
You can sleep while I drive (Melissa Etheridge)

5. Describe tu actual relación: I hope I don't fall in love with you (T. Waits)

6. ¿Dónde quisieras estar ahora?: En un mundo raro (José Alfredo Jiménez)

7. ¿Cómo eres respecto al amor?: Tougher than the rest (B. Springsteen)

8. ¿Cómo es tu vida? Dulce introducción al caos (Extremoduro)

9. Que es lo que más necesitas:
Amor de hombre (Mocedades)... rectifico, Les bonbons (J. Brel)

10. A qué le tienes temor:
Tristeza nao tem fin, felicidade sim (A. C. Jobim)

11. Una frase sabia: Tomorrow never knows (B. Springsteen)




sábado, enero 10, 2009

El premio de los Dioses


¿Acaso hay en la televisión actual alguien más adorable que Jon Hamm, alias Don Dreaper? ¿Cómo era mi existencia antes de su aparición? No puedo recordarla ni imaginármela a pesar de George Clooney y la suertuda de Tina Fey se lo echa de novio en la segunda temporada de 30 rock. La belleza no lo es todo señores... o tal vez sí.

viernes, enero 09, 2009

Causa y efecto



Odio a Leonor Watling. No se puede cantar tan bien, ni ser tan guapa (aunque lo salve su nula elegancia, al menos mientras no está sobre un escenario) y muy especialmente la odio porque yo amo a Jorge Drexler y lo suyo fue un golpe bajo. Hasta creo que lo sufrí yo más que la mismita Ana Serrano o Ana Laan o Rita Calypso (sus diversos alter ego). Y ahora que son noticia por eso de que han sido padres de una preciosa niña, diría la crónica rosa, recuerdo ésta, la primera canción que yo le escuché en aquellos tiempos en los que una aún escuchaba a "cansautores", y tenía el pelo largo y veinte años. En el Jovellanos, invitado por Javier Álvarez, recién llegado de Montevideo de la mano de Sabina se asomó al escenario sólo con la compañía de su guitarra y nos regaló estos 730 días. Luego llegó la noche, y ya se sabe, era un pueblo con mar después de un concierto.

Lapido

Le comentaba a alguien que me había pasado las Navidades escuchando a (José Ignacio) Lapido, y que no, ante mi asombro, no era una forma verbal de cierto infausto verbo. Esa persona tenía la edad suficiente para haber oído hablar en su momento de los 091, pero no, la incultura musical de este país (incluida la mía) no tiene límites.




Confesaré pese a todo y a que su último disco, Cartografía, me parezca soberbio, que la canción que más me gusta "En el ángulo muerto" la prefiero cantada por Mike Ríos (juraré no haber dicho esto


Largo de contar


Me hubiera "encantado" que me hubieran perdido la maleta, como le ocurrió a la mitad del pasaje que me acompañaba en el vuelo desde Barajas a casa, o haber sufrido un retraso interminable o mejor aún la cancelación de mi vuelo y que me hubiesen llevado a dormir, cortesía de Iberia, a un hotel de Freising o de Alcalá de Henares. A., que regresaba a Senegal perdió su maleta y su vuelo salió con cuatro horas de retraso. G, de fin de semana en París acabó volviendo en tren... y en cambio yo regresé sana y salva, con mi equipaje de 28 kilos (40 euros por exceso) intacto y al borde de la irritación más absoluta mientras deshacía el equipaje y el teléfono no dejaba de sonar. Todas y todos preguntando qué tal el vuelo y yo sin nada que responder excepto un "perfecto, sin incidentes ni incidencias" percibiendo la decepción al otro lado del teléfono, nada debe alegrar tanto los inicios de año como las desgracias ajenas...

Por lo demás de regreso a "casa" tras sufrir como me ocurre siempre que cruzo los pirineos un ataque de "europeitis" aguda sin cesar de preguntarme por qué c* vivo en España, en Asturias en particular, qué c* hago perdiendo el tiempo de la forma en que lo hago, por qué acepto el trabajo que tengo y sigo sin comprar cortinas ni cambiar el color de las paredes.

Al menos al final me he rendido a las evidencias, pese a lo poco que me gusta la palabra rendición, y he tomado la firme decisión de no llamar, de no buscar, de no pedir respuestas, de no ofrecer excusas aunque ya hay quien me ha dicho que me equivoco. Me declaro firme y oficialmente en huelga, a la manera de Miranda (Sex and the city) aunque a día de hoy la única implicada sea yo, él ni se entere (nada de explicaciones) y para eliminar posibles tentaciones de terceros haya borrado del móvil unos cuantos númerosy me dedique a la búsqueda y captura de mi amigo del baño que en algún rincón debe encontrarse.

sábado, enero 03, 2009

Living in the future


Ése fue tu regalo, un puñado de letras: A b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z… y ésta es mi propuesta: Amor Beligerancia Cioran Deseo Edelweiss Fuego Geografía Honor Idiosincrasia Juegos Keynes Lluvia Multiplicar Novedad Órdago Puentes Química Realismo Sucesión Tangente Urgencia Ventril Walter Xoquiquetzal Zafiro...



Mézclalas, revuélvelas, sustitúyelas o quédate con las que te gusten... pero ya sabes que al menos un par son irrenunciables.

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