martes, julio 20, 2010

Atemschaukel*



1. No miento si digo que hacía casi veinte años que no nos veíamos. Recién salida de la pubertad yo y él encumbrado al top ten de los guapos oficiales del instituto, hacia donde las modosas alumnas de colegio de monjas dirigíamos nuestras pulsiones. Primero se fue él a no sé donde a estudiar no se qué; luego me fui yo. Nunca más volvimos a vernos... hasta ahora, cuando fingimos, ambos, no reconocernos.

2. Le debo una contestación de cortesía, y precisamente por eso no se la doy. No me gusta hacer las cosas porque sí, porque es lo debido o lo correcto si es que yo no lo siento así. No me gusta forzar las relaciones, las palabras, las historias. Tú haz tu vida, que yo sobreviviré a la mía. Como quiero sobrevivir a la tentación de tapar mis huecos y carencias con lo que a ti precisamente no te sobra.

3. No supe, no quise, decirle lo mucho que me molestó. La ilusión de encontrarse empañada por la indiferencia y el empeño de que fuera otro el protagonista. El reproche de no haber ejercido la sinceridad que es santo y seña. Las promesas nunca cumplidas (y que nunca se cumplirán). El tiempo nunca pasa en balde.

4. Nunca pretendí usar este medio para eso. Nunca he pensado que el fin justifica los medios. Nunca debí quedarme, ni callarme y sonreír. Nunca debí sentir...




P.D. 1 ¿Alguna vez había dicho lo mucho que me gusta Kiko Veneno?

P.D.2 Por si a alguien le interesa www.testdelsexo.com, suele ser bastante divertido. Yo lo hago todos los años aunque sólo sea para comprobar que mi índice de pulsión sexual es más bajo cada vez, a lo mejor a esto se le llama hacerse mayor.

*El título se lo he robado a Herta Müller, me esta fascinando su última novela.

Entre nombres anda el juego


Me encuentro con una vieja conocida en la calle y su carrito de bebé. Hace menos de un mes ha tenido un hijo, un niñita llamada Lola. Es la tercera Lola que conozco que ha nacido en lo que va de 2010, y es que parece ser que Lola, que no Dolores, se ha puesto de moda últimamente. A mí es un nombre que sin gustarme, no me disgusta, y en todo caso me parece un gran avance llamar a alguien con el nombre por el que finalmente va a ser nombrado. ¿Qué sentido tiene llamarse José Antonio de todos los Santos y acabar siendo Pepe? Pues lo mismo con Lola; abajo las María Dolores, de toda la vida, y arriba las Lolas.

Como estoy en zona de influencia infantil (parque), vuelvo a encontrarme con otra conocida y su respectivo niño (en este caso varón), de unos tres años. Y lógicamente llegan las preguntas de rigor, entre las que está, obvio, cómo se llama: Izan.

Qué bonito (me veo obligada decirlo), aunque tampoco mienta del todo, no me disgusta. Pero al igual que dije que Lola era un bebé precioso. Y no, ni todas las novias están guapas ni todos los bebés son preciosos. Pueden resultar tiernos y encantadores, pero guapos, lo que se dice guapos no todos lo son. Aunque claro, jamás se me ocurriría decirle a una madre que su bebe es mono, o tiene una expresión dulce o tiene cara de simpático. No, toca decir que es precioso y su nombre no digamos, aunque se llame Froilán de todos los Santos. Así que digo, qué niño tan lindo, y qué lindo nombre vasco (recuerdo haber conocido a un Izan en Hondarribia y haberme explicado que su nombre significaba "ser"; me gustan los nombres vascos, Uxue me parece precioso). Pero la madre me corrije, ¿vasco?, no, no es un nombre vasco, ¿acaso tú no viste a Tom Cruise en Misión imposible?... Le pusimos Izan por Izan Junt...

No, yo no vi Misión imposible, y desconocía que el personaje de Tom Cruise en esta película se llamase Izan Junt. Y lo siento, y lo encuentro respetable, pero no acabo de entender del todo qué pasa por la cabeza de unos padres para ver a Tom Cruise en el papel de un tal Ethan Hunt y decidir que así van a llamar a su hijo (con la transcripción fonética adaptada al español, se entiende). Yo que pensaba que lo había visto (y oído) todo tras haber conocido a una salvadoreña llamada Usmail, que puede sonar a árabe, pero nada que ver, venía de U.S. Mail. Los motivos que llevaron a sus padres a idear tan digno nombre los desconozco.

Entiendo (afortunadamente) que los tiempos en los que las mujeres no se salvaban del María ya pasaron (yo me libré por poquito de él) y no digamos lo de ponerle al hijo el santo del día de su nacimiento, así fuera Recesvinto (que no sé si fue santo pero sí que fue rey). Pero sigue sin entrarme en la cabeza que unos padres de Soria le pongan a su hijo Jonathan, Kevin o Jessica o Vanessa. Aunque el primero sea un nombre bíblico y el último fuera inventado curiosamente por un Jonathan (Swift).

Y es que esto de los nombres es todo un mundo y la gente en mi opinión se empeña en ser pretendidamente original, y yo en parte lo entiendo, no encuentro nada más rancio que esas familias en las que se perpetúan los nombres de abuelos a padres e hijos. Pero tampoco creo que sea cuestión de inventarse nombres (conozco casos de padres que han unido sílabas a su antojo); hacer transcripciones fonéticas, algo muy frecuente en Latinoamérica donde las Deisy, Jeidy, Dayana y los Bayron, Brayan, etc, son legión. Curiosamente siempre aferrándose a la "y". O que un matrimonio de Chipiona, para no mentar a la Virgen de Regla, ésa es otra, los nombres de vírgenes que martirizaron durante años a tantas mujeres españolas, llamen a su hija Yessica.

Y sí, lo confieso, peco de snob en el tema de los nombres. Conozco a una Cordelia (Deli para los amigos) y me parece un nombre perfecto porque su madre, profesora de literatura, quería honrar a Shakespeare (Cordelia es una de las hijas del Rey Lear). Y en cambio no concibo, como decía antes, que alguien en Murcia llame porque sí a su hija Jessica (aunque sea también un personaje en El mercader de Venecia).

Tengo una amiga obsesionada con el nombre de Tiedra. Pueblo de Castilla que en estos momentos no sabría situar exactamente y que descubrimos en un viaje a Soria en una de las señales de la autovía. Su primera hija se llamará así. Y de un tiempo a esta parte conozco a varios Enol en Asturias. Es el nombre de un lago en Picos de Europa, concretamente en la montaña de Covadonga. Todo se andará, me imagino, pero de momento no conozco a ningún o ninguna Ercina, nombre del lago que está casi a la vera del Enol.

También me parece fuera de lugar Jennifer (a no ser que provengas de un país anglosajón) y en cambio me parece que deriva de un nombre precioso, Ginebra; y en francés, directamente, me parece sublime, Geneviève; aunque nunca se lo pondría a una niña española. Igualmente me gustan algunos nombres de lugares, me parece hermoso llamar a un hijo con el nombre de un lugar que por el motivo que sea recuerdas especialmente. Conozco una Martinique debido a eso, y me gusta Georgia, Savannah o hasta Ireland (como la hija de Alec Baldwin y Kim Bassinger), aunque no me imagino a alguien llamándose Inglaterra, Suecia o Brasil. Y sigue pareciéndome muy pretencioso que seas de pongamos Gijón y llames a tu hija Paris o Russia (aunque el primero esté ciertamente devaluado gracias a los buenos oficios de la sin par heredera).

Supongo que al fin y al cabo todo es cuestión de tradición y cultura, hay nombres que tan habituales han sido en esta España, en honor a vírgenes y santos y que podrán gustar más o menos (más bien menos) pero que en mayor o menor medida consideramos normales. Todos supongo conocemos a mujeres, probablemente de cierta edad, llamadas Tránsito, Concepción, Dolores, Socorro, Ángeles, Angustias, Virtudes, Martirio, Paz, Valle, Dulce, Fuensanta, Candelaria, Piedad, Caridad, Clotilde, Eulalia. Nombres que heredaron de abuelas y madres; y que cualquier alemán o francés encontrarían horripilantes e inconcebibles. Al igual que a mí me encantan por ejemplo Ulrike o Marika. Y en español el segundo suena fatal y el primero sería Urraca, que tampoco le queda lejos (aunque la historia de España esté llena de reinas con ese nombre desde aquella primera Doña Urraca, esposa de Ramiro I, rey de Asturias en aquellos primeros años de la mal llamada Reconquista).

Hablando de nombres regios... es ahí donde yo encuentro los que me gustan, pretenciosa que es una, qué le vamos a hacer. Me encantaba Leonor, por ejemplo; hasta que vino Azpirante a hacer uso de él y ciertamente no imagino nombre mejor para una reina. Mafalda, que fue infanta de Portugal y Reina de Castilla, Jimena (bisnieta que fuera de Don Pelayo)... Clara, Carlota, Celia y Claudia (que curiosamente comienzan todos por C. Y no hablo de nombres de chico porque eso sería ya otro tema, aunque me encantan Tassilo y Mateo.

Y cómo no Candela... hablándolo con una amiga argentina me decía que lo encontraba espantoso, y a mí, en cambio, me parece un nombre precioso que hace referencia a la luz; a la fiesta de la Candelaria, el 2 de febrero, día en el que oficialmente se acaba la Navidad y donde definitvamente se retira el árbol y se apagan las luces. Muy celebrado en los países del norte y centro de Europa y que Ikea está haciendo universal en su publicidad (el Knut sueco y filandés).

En fin, supongo que para gustos se hicieron los nombres... aunque a algunos se les debería retirar la custodia por cometer atentados de lesa humanidad. Como el actor de "Me llamo Earl" que ha llamado a su hijo Pilot Inspektor.






P.D. 1 Que alguien me explique cómo se le puede llamar a una hija Apple (Chris Martin y la Paltrow), Sunday Rose (Nicole Kidman), Bluebell (Gery Haliwell), todos los nombres de los Brangelinos, Atalanta (el Litri y la Herrera Junior), Daisy True (Meg Ryan), Moon Unit (Frank Zappa), London Emilio (Slash), Thais y Zeus Tous (Saritísima), Honor Marie (Jessica Alba), Fifi Trixibelle, Peaches Honeyblossom y Heavenly Hiraani Tiger Lily (las hijas de Bob Geldof), aunque la mención de honor se la lleva Rafael Amargo: León Bidanshi Lorca y Dante Alighieri Dalí... y luego soy yo la pretenciosa.

P.D. 2 ¿Y vosotros? ¿Qué nombre encontráis arrebatador o al contrario horripilante?

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